Esas etapas que nos pueden dejar en lo profundo del miedo solo son otro lugar a conocer para surgir de nuevo entre cenizas o temor de ver la verdad y tener el sabor a piedra húmeda después de probarla con un mínimo de sinceridad.... eso es lo que llamo un desorden en progreso por ese corrientazo que se siente en el corazón al ver una oportunidad perdida de robar un beso a una mirada agresiva que esconde una sonrisa envolvente en un mar de momentos que se esfuman en el espejo mientras terminas de Abrir los ojos en la mañana antes de dejar a un lado lo obvio y decides esconder la verdad.
Teorías para amar, teorías para odiar, sueños para teorizar, sueños para soñar o días grises para caminar bajo gotas frías meditando en lo pudo ser y nunca fue, en lo que es y será, o lo que fue y no debió ser; ese el comportamiento anhelado por mas de uno que al contemplar lo que queda de sus decisiones es capaz de hacer una encrucijada decadente, cariñosa y descarada en una sola cosa que precisamente es la que nos dicta el corazón por primera, segunda o cualquier vez.
Aliento para dejarlo, robarlo, regalarlo o tal ves extrañarlo en esas pequeñas inyecciones que solo recibimos unas pocas veces en la vida cuando vienen en forma de malas intenciones vestidas de deseo superficial, de labios encontrados con medio litro de amanecer tardío y el típico "no me quiero ir" de su lado que es dedicado a nuestra esencia por un comportamiento inusual generando el desorden sentimental que pocos han tenido la oportunidad de mantener sentimentalmente al llamarlo ...[ingrese aquí lo primero que pensó y equiva al sentimiento que le hace falta]
